Este miércoles 12 de Octubre realizamos nuestra Primera Feria de la Diversidad Latinoamericana. Un simbólico y significativo trabajo realizado por el equipo y estudiantes de la Comunidad de Acción Educativa Vínculos de Puerto Montt en reconocimiento a nuestros pueblos de origen, a su lucha y resistencia. La actividad contó con salas temáticas, ceremonias, música y muestras de las diferentes etnias.
Reconociendo la Pluriculturalidad étnica, reconocemos que cada cultura tiene una concepción de su realidad, y de acuerdo a ella vive y se desarrolla esto nos entrega una infinita Riqueza cultural, que hoy nos reúne, que hoy nos congrega.
«Esta mañana recibimos a distintas culturas, que hoy quieren compartir un mensaje, mostrar una cosmovisión una forma de relacionarse con lo que nos rodea. Vienen bajando de la altura de los andes, vienen de montañas de más de 6.000 msnm Vienen con sus lenguas: el quechua y el aimara. Con caravanas de Alpacas, llamas y Guanacos, de donde extraen la más fina fibra para hacer sus tejidos.
Nuestros hermanos y hermanas de los andes, vienen con la idea de que el mundo es una totalidad viva, que no se comprende por partes separadas. Y que la pachamama, madre tierra, el agua, los ríos, los lagos, el viento, el fuego, la fuerza del sol, la compañía de la luna, las estrellas, los Apus, que representan el espíritu protector de las montañas, los animales y plantas tienen un carácter Sagrado, ya que han acompañado a sus ancestros y seguirán guiando el caminar de los hijos e hijas que vendrán… formando parte del todo. Uno de los mensajes más importantes que nos trae esta cultura es el cuidado de las semillas nativas que cultivaron los abuelos y abuelas de hace miles de años, la siembra y la cosecha es vital para este pueblo, por eso es de suma importancia protegerla, agradecer al padre inti por los frutos y abundancia que nos da…
También nos acompaña esta mañana el pueblo mapuche, vienen con sus cultrunes y sus trutrucas, sus instrumentos ceremoniales, que representa el cosmos, muestra el cielo, el wenu mapu o “tierra de arriba”, entre los que están el sol (antu), la luna (kullem), las estrellas y los antepasados. Vienen a despertar nuestros espíritus guerreros, nuestros espíriitus que deben estar dispuestos a luchar por la defensa de nuestra madre tierra, invadida por el sistema forestal neoliberal, que con sus plantaciones de pino y eucaliptus, han exterminado todo el bosque nativo, sagrado para nuestra cultura. Esto ha contribuido al deterioro social, económico y ecológico de todo el wallmapu.
Por eso hoy nuestras voces se unen para gritar con fuerza, MARICHIWEU, mil veces venceremos… a recuperar las tierras ancestrales que nos han sido saqueado. Necesitamos volver a convivir en equilibrio y respeto, como los mapuches que somos, gente de la tierra.
Agradecemos la presencia del pueblo Selknam, sabemos que vienen desde el fin del mundo, desde la isla grande de tierra del fuego, o tierra de humos, reconociendo la importancia de que cada familia debía encender el fuego, como forma de tener esa fuerza para superar el frio que puede existir dentro de cada uno, el fuego los congrega, los reúne, los protege y entrega el calor… vienen de más al sur que el estrecho de Magallanes, son un pueblo austral, que no desarrollaron la agricultura. Se hicieron nómades, caminantes, cazadores y recolectores, de mariscos, ballenas, lobos marinos, aves silvestres, raíces y frutos que la naturaleza les brindaba. Gracias pueblo selknam, por mostrarnos el arte de sus cuerpos pintados, por su riqueza espiritual, por lo creativo de sus ritos y por la alegría que representaban, más allá del frío…, sus cantos han removidos nuestra memoria y no podemos dejar de sentir dolor por su exterminio, cazados como si fueran animales, llevados a Europa, en zoológicos humanos, para ser exhibidos. Cuanto sufrimiento hermanos y hermanas selknam, pero hoy estamos para valorar la riqueza de su pueblo y para comprometernos a defender a nuestros pueblos indígenas, para valorarlos y respetarlos…
Finalmente también el día de hoy tenemos el color, el sabor y la alegría de un pueblo hijo de la esclavitud, fue así como llegaron a nuestras tierras desde África, como mano de obra, para ser explotados y maltratados, para ser propiedad de un amo, para ser duramente violentados, con cadenas, dolor y opresión. Más allá de la pena y el sufrimiento, ellos traen su propia cultura, una lengua, sus sabores, sus músicas, sus ritmos y que bajo un fuerte proceso de resistencia, dieron la lucha por mantener y conservar, es así como hasta nuestros días encontramos, afroperuanos, afrobolivianos, afrocolombianos, afrobrasileros, afrocubanos, AFRODESCENDIENTES, por todo nuestro territorio americano, manteniendo sus fuertes raíces con la mama áfrica, porque hasta el blanco más blanco viene de allí… agradecemos sus ritmos, el tambor, latir de la tierra, agradecemos su incesante búsqueda por la libertad.
Cada comunidad que nos acompaña el día de hoy es equivalente a la otra, todas tienen el mismo valor, todas son igual de importantes, merecen respeto y consideración
La invitación es a observar lo antiguo para hundir nuestras raíces en ello, para poder lanzarnos libremente a los mundos del mañana, con la sabiduría del pasado.
Este día pedimos permiso a las cuatro direcciones este, norte, oeste y sur, al igual como lo hacían nuestros pueblos originarios antes de comenzar sus ritos y actividades importantes. También reconocemos a los cuatro elementos, al agua, la tierra, el aire y el fuego. Para poder abrir este espacio y lograr conectarnos con los ancestros. Para que esta mañana se hagan presente y logren enviar su mensaje… y nosotros/as, seamos capaces de recibirlo en nuestro interior…
Miramos hacia el Sur, desde ahí comenzamos a purificarnos, a soltar todo lo viejo que cargamos y al igual que la serpiente cambiar de piel, impulsados con la fuerza de la tierra.
Miramos al Oeste, el lugar del misterio y de la oscuridad donde el guerrero espiritual aprende a caminar sin miedo reconociendo el lado oscuro; animales como el puma y el jaguar que nos enseñan las tácticas necesarias para transitar por los senderos de la vida.
Miramos al Norte, donde recibimos la fuerza para seguir en cada paso. Teniendo claro que a pesar de las dificultades, debemos sacar los aprendizajes de cada situación, para hacernos más fuertes.
Miramos al Este, donde recibimos del Cóndor, la luz y la claridad para actuar con sabiduría. Desde donde sale el sol, nuestro padre inti, que ilumina nuestro camino, da vida a los campos y hace germinar las semillas… y nos conecta con el Gran Espíritu.»
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